My temperature is super high (John)

Se acomodó el pelo en una coleta y luego de estar vestida se miró al espejo. Este era el momento que había esperado durante días, no tenía nada que hacer, al fin estaba libre de obligaciones y cotillones,podía salir del barco para recorrer la maravillosa ciudad de Cartagena y disfrutar sus paisajes pero eso lo tenía planeado para el día siguiente así que iría a conocer el famoso Gimnasio que Elías le había hablado, el mismo que solía frecuentar su padre, el padre de ambos.

Se agachó para recoger la toalla que estaba tirada en el suelo y rodó los ojos, no soportaba el desorden y vivir con un niño en la misma suite era cuestión de tener mucha paciencia. Luego de ponerla en su sitio tomó las tarjeta que le permitía entrar para no tener que pedirle al pequeño que le abriese a la hora que llegara. Estaba dormido, las sábanas enredadas en el suelo.

Se acercó a la cama en silencio y le arropó con suavidad, para no despertarle, arrodillándose a un lado de la cama y dándole un beso sobre la frente. Con una sonrisa se levantó de donde estaba y se dirigió a la salida. Buscó el interruptor con la mano mientras abría la puerta y apagó la luz.

Caminó por el corredor hasta llegar al ascensor, se quedó parada en frente de este y cuando estuvo a punto de llegar decidió bajar por las escaleras. Tenía pegada una canción desde hace horas y se dedicó a tararearla una y otra vez hasta llegar al piso que correspondía al Gym. Abrió la puerta de vidrio y no pudo evitar reír al reconocer la misma canción sonando en el salón. Dejó su botella de agua en el suelo y se dirigió a una de las caminadoras vacías, no le fue difícil encontrar una porque a esa hora no había nadie así que se puso sus audífonos sin prender el Ipod hasta que la canción terminó, le dio entonces la orden a la máquina de empezar a contar el tiempo pero cuando comenzó a andar oyó algo a sus espaldas y se asustó. Había sido un golpe contra la puerta, quizás al abrirla, La máquina seguía andando y cayó sentada en el suelo. Se rió y puso una mano sobre su cabeza. Miró alrededor,valla sorpresa la que se llevó, alguien a parte de ella estaba dispuesto a hacer ejercicio a las 2 de la mañana, al parecer no era la única loca a bordo.

Sonrió de medio lado, a esa persona no le había visto nunca antes, o quizá si pero no le recordaba, y aunque tenía buena memoria no consideraba que cada pasajero del barco fuese recordable. Miró fijamente a quien había entrado y alzó la vista hacía donde estaba antes de quedar tendida en el suelo, haciendo supuesto caso omiso de su presencia aunque mirandole de reojo y sin poder evitar reírse.