[R. Gwendolin Dimitrova]

Romina es la única hija de un reconocido e influyente matrimonio Escoces. Ambos padres son empresarios con una notable Carrera y logros dentro del país. Crecio rodeada de lujos, de personas importantes y celebridades, de fiestas en mansiones, de joyas y extravagancias. Pero desde el momento en el que llego al mundo estaba escrito que viviría en una realidad diferente a la de los demás: en el instante en el que abrió se mostraron ante los mismos sin fin de horrendas secuencias. En sus primeros años solo fueron ‘amigos imaginarios’ pero tras esa fachada se escondia la verdadera tormenta que dañaba a la pequeña Gwendolin. Los padres de Rom nunca pusieron mas de un pensamiento sobre los amigos imaginarios de hija. Al final solo eran creaciones de una niña, o no? Error. Los amigos de Rom eran reales, reales para ella. Pasaba las horas y los días hablando con ellos, jugando con ellos juegos de niños. Y conforme fue creciendo sus amigos desearon probar diferentes juegos, juegos mas peligrosos. En un principio Romina no estaba seguro de aquello por lo que intento distanciarse de de ellos. Mas a medida que se iba haciendo mas reservada, se volvieron mas violentos y la amenazaron hasta que tuvo que ceder.

Los juegos siguieron por meses. Los padres de Romina no tenían ni la menor idea en lo que su aparentemente angelical hija era… hasta que un día al llegar a casa encontraron a la pelirroja torturando a un pobre conejo. Romina estaba parada, tan desconcertada como sus mismos padres, en el centro del extenso patio de la mansión en la que vivian, con el mamífero entre sus manos cuyo pelaje blanco como la nieve estaba manchado por la sangre que teñia también los brazos de la joven. Cuando demandaron saber que era lo que ocurria, ella simplemente les dijo que sus ‘amigos’ la habían alentado a jugar con el pequeño conejo al que llamaba Hellstrom, que eso la haría feliz. Y lo hizo, aunque no fue capaz de revelar eso.

Por lo que en un intento de ayudar a su única hija, la enviaron a cuatro psiquiatras: pero ninguno pudo hacer algo por la bella Romina.

Decidieron que lo mejor seria encerrarla en casa, teniéndola vigilada las 24 horas. Romina se centro en los libros y trato de salir adelante. No pudo hacerlo.
Hasta que a su vida llego un chico. Matthew Howard haría la diferencia en Romina y marcaria su vida, y pronto seria aceptado por la familia Dimitrova. Queriendo ayudar también a su nueva amiga, recomendó a sus padres que la llevaran en un viaje en el Queen Mary 2, afirmando que eso ayudaría un poco a la estabilidad de su atormentada hija.

Svetlana Ivanova: De ascendencia rusa, Svetlana es la madre de Romina y comparte con ella su belleza: su esbelta figura y su abundante cabello rojo así como su sentido de la moda. Ama a su hija si, pero no mas de lo que ama su estatus social y su trabajo. Poseedora de una casa de modas es reconocida en Rusia.

Basil Dimitrova: su padre es un influyente comerciante escoces, posee un sinfín de fabricas en Escocia y alrededor de Europa y Asia. Ama a su hija mas que a cualquier cosa pero le dedica muy poco tiempo.

Romina es una fanatica de la moda: le encantan las cosas bonitas y lujosas por no decir hasta costosas.
No tiene la mas minima de idea de la esquizofrenia que la domina. A pesar de ser algo cerrada y hasta descabellada puede aparentar ser bastante normal pues tiene momentos de completa lucidez. Sus padres nunca supieron que su hija estaba enferma.
Depende emocionalmente de su amigo Matthew del cual esta enamorada, aunque niega saberlo. Le encantan los libros y el limón.