Un Momento De Charla (Mary, Barbie, Derek)

Sus ojos se concentraron en la puerta que daba paso al interior de Túcandela Bar-

Cartagena era una ciudad hermosa y aunque intentase no lograba olvidar la última vez que la había visitado. Cerró los ojos, respiró hondo y cuando volvió a abrirlos fue para consultar la hora. Decían que quien se pasaba el tiempo pendiente del paso del tiempo no hacía más que desperdiciarlo pero ella tenía que estar en su Suite para las diez en punto y sin falta, así que tenía un par de horas todavía. Se sentía como la cenicienta, excepto claro por la madrastra malvada y la calabaza, su madrastra era una mujer a la que había aprendido a amar y estaba eternamente agradecida por permitirle conocer a su hermano.

Al fin visitaría aquel bar del que tanto le habían hablado y aunque se sintió extremadamente irresponsable al dejar solo a Elías sabía perfectamente que el se divertiría más dando sus paseos nocturnos de lo que ella en toda la noche.

Caminó unos pasos hacía adelante, se acomodó el pelo detrás de la oreja y con una amplia sonrisa se dispuso a buscar un asiento vacío cerca de la barra.- No tenía sed, no del todo así que solo pediría el mismo té de siempre, con limón,como siempre y mucho hielo...igual que siempre. Puso las manos sobre el vaso frió y lo batió de un lado a otro para oir el sonido de los hielos golpear contra el cristal. Estaba aburrida, mucho.

Pasó por su cabeza la espeluznante idea de no poder seguir disfrutando de su juventud, todo por una corona y el miedo de sus padres a responsabilizarse por su reino. Ariana, su madre era una mujer hermosa, llena de ideas y muy capaz para asumir la corona, sin embargo por una razón u otra decidió esperar a que su hija creciera para llevar a cabo la sucesión de poder que pasaría de su abuela a Mary Ann- Eso le asustaba, tenía miedo, miedo de decepcionar a sus padres, miedo de no ser una buena reina, miedo de que nadie se le acercara por el simple hecho de su poscisión- Detestaba eso y no quería ser la princesa de película que huía y quería ser tratada como un pasajero más pero sin duda alguna en eso se había convertido.

Sonrió de medio lado y miró a su alrededor, era impresionante lo rápido que se llenaba ese lugar, para ser el día que era y la hora que era se notaba a simple vista que era frecuentado y muy famoso entre los Cartageneros y Turistas, ella estaba en el puesto de turista. Tomó un trago de té y se levantó de su asiento ...